Tras jugar en Filipinas, Zuloaga está totalmente integrado en Xistera

  • 2019-01-24

Joseba Zuloaga sabe lo que es vivir de la cesta punta. Ha estado durante cuatro años en Filìpinas, pero tras cerrarse la empresa volvió a casa. Estuvo en Santa Ana Cagayan Valley, a una hora de Manila en avión. La última temporada ha jugado con Xistera y el donostiarra confirma que vuelve a estar con ilusión.

´´Estando en Berritxu me dijeron que había la opción de ir a Filipinas y no me lo pensé, en seguida dije que sí. Yo siempre había soñado con ir a Estados Unidos de América, pero la opción de ir a Filipinas no me pareció mala´´, asegura Joseba,.

Eso sí, el delantero donostiarra asegura que los primeros dos meses no fueron fáciles. ´´Todo era nuevo y además se jugaban solo quinielas y eran individuales y yo no estaba acostumbrado a eso. Pero en dos meses ya estaba amoldado´´, afirma. ´´Luego yo tengo el récord de las quinielas ganadas´, añade.

En Filipinas no eran muchos los pelotaris vascos, pero no era el único. ´´Estábamos cinco pelotaris vascos y otro de Estados Unidos. Todos los demás eran filipinos. Eran pelotaris muy buenos, que juegan mucho y para jugar a quinielas individuales eran muy buenos´´, dice Joseba.

Zuloaga asegura que la isla de Santa Ana es muy tranquila. ´´Era un sitio perfecto para vivir. Habitan unas 10.000 personas y era un sitio tranquilo, estaba además a una hora en avión desde Manila. La gente tiene la sensación de que Filipinas no es seguro y está equivocada, es un lugar seguro´´, afirma.

Tampoco tuvo problemas con el material ni con el frontón. ´´El frontón era muy bueno para jugar a la pelota. La Pelota por, su parte, tenía la capa final diferente. No era de cuero, tenía como una tela parecida a la del esparadrapo, pero salía muy bien, eran pelotas muy buenas. Las cestas las hacían allí, pero el material para hacerlo lo llevaban de aquí« dice Joseba.

Por parte del público, por su parte, no acudía mucha. ´´Los frontones estaban prácticamente vacíos, iban algunos conocidos o amigos, pero nada más. Pero a través de la televisión tenía una gran audiencia y se apostaba mucho dinero´´, asegura.

Pero los cuatro años que estuvo en Santa Ana tampoco fueron perfectos. ´´Tuve un accidente de moto y estuve una semana en coma. Cuando me desperté me dijeron que no volvería a jugar más a la pelota. Volví a casa y me recuperé y a los cinco meses ya estaba de vuelta jugando y es cuando logré el récord´´, recuerda.

Pero el 31 de diciembre del 2017 cerró sus puertas el único frontón abierto de Filipinas. ´´Fueron cuestiones políticas y al final tuvieron que cerrar. Fue un golpe muy duro, ya que tocaba regresar a casa y comenzar de cero´´.

La ilusión perdida por la cesta, lo volvió a recuperar gracias Xistera. ´´Cuando volví de Filipinas estaba sin ilusión, pero Xistera me ha devuelto esas ganas. Conseguí meterme en el Interjai, y para mí después de todo, fue un triunfo. Ahora ya estoy pensando y deseando que comience la nueva temporada de Xistera. No tengo otra cosa en la cabeza´´. Afirma el donostiarra.

Otra de las cosas que le ha motivado, es comenzar a entrenar a los niños del Beotibar de Tolosa. ´´Me preguntó Andoni Lertxundi si lo quería hacer y no lo dudé, me hace mucha ilusión entrenar a los pequeños. En Filipinas también lo hacía por mi cuenta´´.

Zuloaga también tiene un dato curioso, y es que en Filipinas le llamaban Bazooka. ´´Me pusieron el nombre nada más llegar por la velocidad que le daba a la pelota´´. Con todo ello, Joseba Zuloaga ya tiene la mente puesta para la temporada de Xistera.